Tal vez sea porque acabo de volver de viaje (un viaje doméstico, precioso, pero que no es de dejar a nadie con la boca abierta de admiración) por lo que llevo todo el día dándole vueltas a una preocupación recurrente que, cada vez lo es más:
¿Y todo el mundo que me queda por ver aún, para cuándo lo dejo?
El día que me despedí de mis compañeros, uno de ellos, más amigo que compañero me dio el mejor consejo que me hayan dado nunca: [SignupToUnlock showsidebar=”NO” sidebartemplate=”Select Sidebar Template” pagetemplate=”template8″ dapproductid=”4″ submiturl=”/dap/dap_wordpress_signup_submit.php” redirecturl=”” termslink=”%20%3Ca%20href%3D%27http%3A//YOURSITE.com/terms%27%20target%3D%22_blank%22%3E%3Cspan%20style%3D%22color%3A%20red%3B%22%3ETerms%20and%20Conditions%3C/span%3E%3C/a%3E%0A%20%20%20%20%20%20%20%20%20″ submitsuccessmsg=”Muchas%20Gracias%20por%20completar%20el%20formulario.” firstnamemissing=”Disculpa%2C%20falta%20tu%20Nombre.%20Por%20favor%20introduce%20tu%20nombre%20para%20continuar.” emailmissing=”Disculpa%2C%20falta%20tu%20Correo%20Electronico.%20Por%20favor%20introduce%20lo%20para%20continuar.” tandcalert=”Por%20favor%2C%20marca%20la%20casilla%20de%20Aceptas..” cookieexpdays=”999″ msg=”%3Cdiv%20id%3D%22dap8-sign-up-form%22%3E%0A%3Ch3%3E%26iexcl%3BReg%26iacute%3Bstrate%20y%20lee%20el%20resto%20del%20art%26iacute%3Bculo%21%3C/h3%3E%0A%3Cform%20id%3D%22formdap8%22%20class%3D%22dap8-form%22%20action%3D%22%22%20name%3D%22formdap8%22%3E%3Cinput%20id%3D%22first_name_dap%22%20class%3D%22dap8-input-name%22%20onfocus%3D%22if%20%28this.value%20%3D%3D%20%27Nombre%27%29%20%7Bthis.value%20%3D%20%27%27%3B%7D%22%20onblur%3D%22if%20%28this.value%20%3D%3D%20%27%27%29%20%7Bthis.value%20%3D%20%27Nombre%27%3B%7D%22%20type%3D%22text%22%20name%3D%22first_name_dap%22%20value%3D%22Nombre%22%20/%3E%20%3Cinput%20id%3D%22email_dap%22%20class%3D%22dap8-input-email%22%20onfocus%3D%22if%20%28this.value%20%3D%3D%20%27Correo%20Electronico%27%29%20%7Bthis.value%20%3D%20%27%27%3B%7D%22%20onblur%3D%22if%20%28this.value%20%3D%3D%20%27%27%29%20%7Bthis.value%20%3D%20%27Correo%20Electronico%27%3B%7D%22%20type%3D%22text%22%20name%3D%22email_dap%22%20value%3D%22Correo%20Electronico%22%20/%3E%3Cbutton%20id%3D%22complete%22%20class%3D%22dap8-btn%22%20name%3D%22complete%22%20type%3D%22submit%22%3E%26iexcl%3BContinua%21%3C/button%3E%3Cinput%20id%3D%22productId%22%20type%3D%22hidden%22%20name%3D%22productId%22%20value%3D%224%22%20/%3E%3C/form%3E%0A%3Cdiv%20class%3D%22clearfix%22%3E%26nbsp%3B%3C/div%3E%0A%3C/div%3E” ] “Gástate todo el dinero de tu indemnización en viajar, no pienses en el mañana, ni en ahorrarlo por si vives 80 años y no vuelves a encontrar trabajo. Gástatelo y disfrútalo, al menos así, si llegas a octogenaria tendrás recuerdos felices”
Todavía no sé por qué no lo he seguido. La respuesta, naturalmente, acude rápida a socorrerme: las obligaciones, la responsabilidad, ¿la edad?… ¡cómo no, la edad! Esta última la tacho siempre, NO, LA EDAD, NO al contrario, la edad debería ser un acicate para emprender viaje cuanto antes.
Creo que es algo generalizado el pensar “el día que pueda…” te vas conformando con soñar que un día podrás, que algo mágico sucederá y de pronto desaparecerán las supuestas dificultades que, al final son solo miedos y cuando menos te lo esperes estarás ya viviendo en “el día que pueda…”
La realidad es que llegas a los 50 años y te pones a mirar un mapa mundi y a pensar que jamás contemplarás un amanecer ni un atardecer en África (un viejo sueño que ya empieza a estar gastado); Nunca vas a viajar a Australia ni verás con tus propios ojos los fiordos noruegos; No viajarás a Extremo Oriente, ni a América Latina ni a…
Te detuviste de golpe después de haber sido mochilera en Inter-Rail, asidua de los Albergues juveniles y los bed and breakfast ¿qué ocurrió?
Lo de siempre, trabajar de lunes a viernes, no puedes escoger cuando tomarte tus vacaciones, tienes una casa, un hijo, mascotas, tienes …. obligaciones, responsabilidades, se pasan los años.
Hoy que siento nostalgia de lo que nunca llegaré a hacer me he topado con un blog en el que he leído esta frase:
“El riesgo más peligroso es el riesgo a dejar pasar tu vida sin hacer lo que quieres, pensando que tendrás tiempo de hacerlo más tarde”
He sentido impotencia y ganas de llorar ¿cómo puedo continuar dónde lo dejé? ¿Será posible que vaya a morirme sin haber viajado al corazón de África?
Desde luego, si llego a octogenaria prefiero que sea con recuerdos y vivencias felices así que voy a empezar a pensar que mi mayor responsabilidad es la de cumplir viejos sueños porque
“Si crees que la aventura es peligrosa prueba la rutina, es mortal”
En Libre A Los 50 la palabra que más nos gusta es “atrévete” así que me aplicaré el cuento.
¿Me acompañas?
Fuente:10 Razones para viajar y dar la vuelta al mundo
[DAP isLoggedIn=”N” errMsgTemplate=””]
Apúntate a nuestro Club y disfruta de toda la información que te aportaremos para abrirte nuevas opciones y posibilidades.
[/DAP] [DAP hasNoAccessTo=”5″ errMsgTemplate=””]
Apuntate a nuestro Club y disfruta de toda la información que te aportaremos para abrirte nuevas opciones y posibilidades.
[/DAP] [DAP isLoggedIn=”Y” errMsgTemplate=””]
¡¡Clica Aquí para acceder a tu zona personal!!
[/SignupToUnlock]