¿Existe Vida Profesional Tras Los 50?

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Acabo de cumplir los 50 y me siento estupendamente. Alguien bromeaba diciendo: “la juventud, son los primeros 50 años de tu vida!”. ¡¡¡Entonces ahora comienza mi adolescencia…!!!

Ahora es el momento donde me siento con más madurez (como no), con más ganas de abordar proyectos, con mayor capacidad y tengo una experiencia importante a mis espaldas que aportar a la sociedad.

Cierto que el estado físico no es ya el de los 20 años donde tenía una resistencia enorme al esfuerzo y podía comerme el mundo en una marcha en la montaña. Hoy estoy “más tranquilo”.

Si tienes más de 50 (también vale para los de más de 40 años) y estas buscando empleo, puede que sientas que las reglas a las que jugaste en el pasado han cambiado.

Esta es la era de la reducción de personal y reducción de costos de las empresas. Si te has encontrado en la calle a favor de los empleados más jóvenes y con sueldos más bajos, es posible que se esté preguntando, “¿Ha llegado tu fecha de caducidad? ¿Es este el principio del fin?”

Muchos compañeros se han visto en la necesidad de tomar empleos muy por debajo de su competencia y de los niveles salariales anteriores. Si esto ocurre a personas mucho más jóvenes ¿Cómo no va a ocurrir también a los mayores?

La cuestión para tu carrera profesional no es tanto tu edad, sino … si estás preparado para asumir cambios y que valor aportas a tus clientes (empleadores o sociedad)

Los que estamos en la “madurez” podemos aportar factores que pueden interesar a las empresas. Somos menos propensos a saltar de una compañía a otra, para construir una carrera. Valoramos mas establecer un proyecto a largo plazo. Tenemos serenidad para adoptar decisiones meditadas. Tenemos la experiencia que nos dan muchos años “de batalla en las trincheras”, donde hemos visto casi de todo.

Para poder defender nuestros valores tenemos que ser también conscientes de nuestras debilidades. Venimos de ganar más y nos cuesta ganar menos. Algunos no tenemos “30 años de experiencia” sino “1 año de experiencia repetido 30 veces”. El arrojo y pasión que tenemos a los 20 años, queda bastante lejos para muchos. Y los miedos a perder nuestro estatus social nos impiden ver opciones.

Uno de mis maestros decía “Tu cuenta de resultados está totalmente relacionada con el valor que creas para los demás”

Creo que es fundamental que reflexiones en el valor que has aportado en el pasado y que puedes aportar desde tu madurez.

Para lograrlo, primero realiza un buen inventario de tus habilidades y formaciones. Una vez que entiendas lo que tiene que es comercializable y te hace diferente de otros candidatos:

  • Realiza un estudios de mercado: Identifica las organizaciones que ve tu experiencia y habilidades esenciales para el desarrollo de su negocio.
  • Mantén actualizadas tus habilidades profesionales. Uno de los mitos sobre los trabajadores mayores es que están tecnológicamente desfasados respecto a las generaciones más jóvenes. La educación continua es vital, no importa la edad que tengas. Mejor que formación continua, a mi me gusta hablar de transformación continua. No se trata de ir acumulando conocimientos enciclopédicos, sino conseguir transformarse en elemento clave para los negocios (o la sociedad actual). Muchos de los elementos claves que tiene que aportar el profesional maduro no se aprenden en los libros, sino experimentando y compartiendo.
  • Desarrolla y usa tu red de contactos. Muchos profesionales se han dedicado a aspectos puramente técnicos olvidando interactuar con colegas y vivir “inconscientes” a la importancia de la red de contactos. Un 80% -o más- de los puestos se cubren por contactos directos. Contacta las organizaciones profesionales, antiguos colegas y empleados de las empresas que te interese. Realiza tareas de voluntariado en tu comunidad o incorpórate a grupos u organizaciones locales que te darán la oportunidad de contactar personas además de aportar tu granito de arena. Recuerda siempre, “Cuanto más aportes, Más recibirás”
  • Concéntrate en tus logros, no en tu edad. Todos los argumentos tienen una cara y una cruz. Aprende a convertir los posibles problemas en una oportunidad apoyándote en tus cualidades y puntos fuertes. Se puede dar la vuelta a obstáculos relacionados con la edad, demostrando tu vitalidad, experiencia y ética de trabajo. Concéntrate en tus puntos fuertes. Preséntate como alguien que puede hacer el trabajo y que puede aportar mucho a la empresa con sus cualidades únicas. “No te disculpes por tu edad. No vuelvas a bromear acerca ella, ni siquiera lo menciones”,
  • No asumas que la edad es un problema. Si lo haces, creas energía negativa que reciben los demás. Presume de tu edad y de todo lo que puedes aportar (experiencia, habilidades y sabiduría).

Una empresa tiene que comprar talento o construir talento. Es tu trabajo mostrarle que tu talento resulta mucho más ventajoso que construir otro.

Tendrás las mejores oportunidades si consigues ser elocuente en tus habilidades, apasionado en lo que haces, humilde en tus expectativas y demostrar que eres capaz de aprender permanentemente.

 

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Hilario Martinez

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